Ensemble Container + Stefan Prins + Enrique Tomás
Jueves 25 de abril. (19:30)
Revolución y generación digital son el eje vertebrador del díptico que nos ofrece el grupo suizo Ensemble Container. A través de las composiciones Generation Kill de Stefan Prins y la trilogía Post-digital de Enrique Tomás, los miembros de Container nos invitan a reflexionar sobre un discurso en el que lo digital adquiere un papel preponderante, no sólo como medio, sino también como contexto y nueva realidad social que es puesta en tela de juicio.
La revolución digital ha dejado de ser revolución. Vivimos en un entorno digital cuya sociedad ha abandonado aquella fascinación primigenia hacia las nuevas tecnologías en las que el continente – lo digital en sí – prevalecía sobre el contenido – su uso -. El nuevo ecosistema social que hemos creado en las últimas décadas ha generado una serie de reglas y hábitos en las que cualquier cosa, incluso nosotros mismos, es susceptible de ser digitalizada.
Ya en 1998, uno de los fundadores del Massachusetts Institute of Technology, Nicholas Negroponte en su célebre articulo Beyond Digital publicado en la revista Wired, habla del fin de la revolución digital argumentando que lo digital ya no impresiona, ni resulta novedoso, sino que se encuentra plenamente integrado en nuestra vida cotidiana.
Yes, we are now in a digital age, to whatever degree our culture, infrastructure, and economy (in that order) allow us. But the really surprising changes will be elsewhere, in our lifestyle and how we collectively manage ourselves on this planet.
[Beyond Digital, N. Negroponte]
Dos años más tarde, en 2000 el artista sonoro Kim Cascone en su artículo The aesthetics of failure: “Post-Digital” tendencies in contemporary computer music asumía los preceptos de Negroponte aplicándolos al hecho creativo con el fin de configurar una estética de la era postdigital basada en el error. Así Cascone entiende que, en una sociedad plenamente integrada en lo digital, en la que todos los creadores han tenido una relación directa con las nuevas tecnologías, son los errores y fallas de estas (virus, incompatibilidad de sistemas, ruidos parásitos, etc) las que suponen una vía de escapatoria al encorsetamiento de una creación alienada por los nuevos sistemas informáticos.
While technological failure is often controlled and suppressed – its effects buried beneath the threshold of perception – most audio tools can zoom in on the errors, allowing composers to make them the focus of their work. Indeed, ‘failure’ has become a prominent aesthetic in many of the arts in the late 20th century, reminding us that our control of technology is an illusion, and revealing digital tools to be only as perfect, precise, and efficient as the humans who build them. New techniques are often discovered by accident or by the failure of an intended technique or experiment.
[The aesthetics of failure: “Post-Digital” tendencies in contemporary computer music, K. Cascone]
De alguna forma, este fue el origen y credo de la música Glitch, basada en grabaciones de errores producidos por máquinas de todo tipo, y en la que el medio y el mensaje se convierte en las dos caras de la misma moneda a fin de visualizar la materialidad de los medios digitales aparentemente intangibles.
Con el paso de los años, la evolución de estos medios ha pasado, principalmente, por la humanización de la tecnología integrándola en nuestros quehaceres diarios más básicos: teléfonos y relojes inteligentes, cocinas inteligentes, playlist de música creadas por un algoritmo, etc. Con ello, las empresas han conseguido establecer una relación directa de dependencia entre objeto y usuario, base teórica principal del capitalismo digital actual por el cual adquirimos un producto solo por el mero hecho de ser digital más que por su uso en sí. Por otra parte, el análisis y control de metadatos por parte de estas empresas convierte al individuo en un compendio de unos y ceros generadores de mercancía, es decir, el usuario es el nuevo producto.
Kim Cascone – Polychromatic Cloud
Enrique Tomás // Post-digital (2019)
Todos estos planteamientos enunciados anteriormente son los que han llevado al compositor Enrique Tomás (Madrid, 1981) a configurar la trilogía Post-digital en la que vierte sus hábitos e intereses como artista sonoro y que supone una amplia reflexión sobre el entorno digital que nos rodea.
1. Digital Portraits
Digital Portraits parte de una experiencia sonora de infancia del propio Enrique Tomás. Su primer ordenador, un Spectrum ZX 128K, se caracterizaba principalmente por la carga de programas y videojuegos mediante cintas de cassette que emitían una serie de tonos en función de los unos y ceros correspondientes al flujo de información de cada programa. Estas cargas, que venían acompañadas de una serie de imágenes, podían durar unos 20 minutos y para Enrique Tomás supuso una de las primeras experiencias sonoras que conformaron su ADN creativo como artista sonoro.
Con el fin de visualizar esta materialidad digital, en Digital Portraits Enrique Tomás crea un programa para Spectrum que es cargado en directo y en el que podemos escuchar esos tonos de frecuencia media y alta propios de este tipo de tecnología, así como visualizar los imágenes gráficas características de estas computadoras. La obra tiene una introducción y siete partes de igual duración en la que aparecen retratados personajes míticos de la historia digital como Kim Dotcom, Steve Jobs, imágenes de One Click Order de Amazon etc. Los intérpretes, con sus instrumentos y con reproductores de cassette, interactúan con el material sonoro generado por el Spectrum con el objetivo de crear un paisaje sonoro que nos transporta a los años ochenta.
2. Music After Spotify
¿La música que escuchas nos define? Esta es la pregunta que Enrique Tomás se hace en Music After Spotify. Las plataformas de streaming han desarrollado complejos algoritmos que permiten analizar nuestros datos y con ello convencernos de que lo que escuchamos es lo que queremos. Spotify ha desarrollado uno de los framework más interesantes de machine learning para adaptar las playlist de cada usuario a sus gustos personales.
Para esta pieza, Enrique Tomás utiliza a tres de los miembros del Ensemble Container como generadores de metadatos analizando sus playlist privadas a través de un código de machine learning. Un interface físico, diseñado por el compositor, le permite “bucear” en tiempo real por los ficheros de los tres miembros de Container estableciendo con ello un espejo sonoro de sus gustos personales.
3. The miners
Las criptomendas y su revolución del concepto tradicional de dinero son la base conceptual de la última de las piezas de la trilogía Post-digital. El título, The miners, hace referencia a la acción de minar: proceso por el cual, a través de la red Blockchain, infinidad de “granjas” de ordenadores envían constantemente peticiones al sistema con el objetivo de generar Bitcoins. Esto, habitualmente, provoca un consumo eléctrico descomunal que en algunos casos supera al año al de países como Suiza o Irlanda.
Partiendo de esta situación, Enrique Tomás convierte el concierto en una acción de minado. Cada una de las notas que emiten los miembros del ensemble, él las transforma en tiempo real en una petición al Blockchain para generar Bitcoins. Enrique Tomás y los miembros del Ensemble Container han establecido un contrato por el que se repartirán las ganancias de lo obtenido en el concierto. Hay que tener en cuenta que la posibilidad de ganar es muy baja ya que, actualmente existen millones de ordenadores conectados sin interrupción con el mismo objetivo.
Desde el punto de vista musical Enrique Tomás parte de loops de música trap extraídos de librerías MIDI de dominio público. Con ello, establece un viaje de ida y vuelta entre unos sonido pregrabados que proceden del mundo digital para, a través de los intérpretes, devolverlos al entorno digital mediante la acción de minado.
Generation Kill – Stefan Prins
Stefan Prins // Generation Kill (2012)
En ese momento, me di cuenta de que mi siguiente obra tenía que reflexionar desde el punto de vista musical sobre todos estos hechos relacionados: una sociedad cada vez más monitorizada, la creciente importancia de Internet y las redes sociales alimentada por videos tomados por webcams y smartphones, los videojuegos y las guerras en las que se combate como en videojuegos y por último, sobre la línea que separa la realidad y la virtualidad, que cada día, es más delgada.
Stefan Prins
Basada en el libro homónimo escrito en 2004 por Evan Wright, Generation Kill (2012) del compositor belga Stefan Prins (Bélgica, 1979) escrita para violín, cello, guitarra eléctrica, percusión, 4 controladores de videojuego, electrónica y video, es una amplia reflexión sobre cómo las nuevas tecnologías han invadido nuestras vidas generando con ellos nuevos comportamientos sociales en los que lo real y lo virtual entran en constante conflicto. Generation Kill, de igual manera, reflexiona sobre los conflictos bélicos que tuvieron lugar a principios de siglo en Irak y Afganistán, en los que el uso de drones – dispositivos aéreos no tripulados – controlados, en palabras de Wright, por soldados pertenecientes a la primera generación PlayStation provocó que las vidas humanas fueran entendidas como avatares pertenecientes a un mundo virtual.
Por otra parte, la manipulación de la realidad, ya sea a través de los medios de comunicación oficiales creando realidades paralelas – fake news – o mediante avatares virtuales en redes sociales construyendo ficciones personales, es uno de los conceptos clave en Generation Kill. Cuatro intérpretes, a través de controladores de PlayStation , manipulan a cada uno de los instrumentistas provocando en el espectador una profunda reflexión sobre el discurso sonoro y/o visual que percibe en cada momento. De esta forma, Prins acude a los videojuegos como paradigma de una sociedad del espectáculo que difumina la frontera entre realidad y virtualidad, y que con ello, es capaz de generar nuevos códigos de conducta.
Actividades relacionadas con este concierto
Vierenes 26 de abril, 11h-18h. Facultad BBAA-UCM. Seminario Internacional Cápsulas Fuente III. Arte+Tecnosfera+Investigación.
Sábado 27 deabril, 16:00-20:00 h. MEDIALAB PRADO: Investigación artística desde la práctica sonora y musical.
El 4º Encuentro AVLab, comisariado por Alberto Bernal y desarrollado por Enrique Tomás y el Ensemble Container (Roberto Maqueda y Haize Lizarazu), es un taller de investigación artística enfocado a la práctica sonora y musical.
La investigación artística -artistic research- es uno de los campos más activos del pensamiento y creación actual. La investigación surge a través de una pregunta sobre el mundo que nos rodea. La búsqueda de respuestas puede motivar procesos de investigación en áreas de conocimiento variadas. Por ejemplo en filosofía, poesía, biología, arte, física o música. La investigación en general, independientemente de la motivación y métodos, parte de esa búsqueda de conocimiento. La única diferencia entre dichas disciplinas reside en el método de investigación que se usa para adquirir conocimiento y la manera de entender y percibir los resultados de la investigación. En el caso de la investigación artística, la metodología es la propia práctica artística.
En este pequeño taller proponemos un formato abierto en el que practicar y reflexionar sobre investigación artística. En particular, haremos hincapié en el ámbito de la música y las artes sonoras. La investigación en música, como el arte en general, puede plantearse desde diferentes accesos: el performativo, la construcción de representaciones, la percepción, la imaginación, etcétera. Nuestra intención en este taller es presentar y proponer sencillas actividades prácticas (provocaciones artísticas) para entender cómo extender nuestra práctica artística hacia la investigación.
El taller tiene una duración de cuatro horas. Primero se discutirán brevemente algunos conceptos claves de investigación artística y después se plantearán algunas preguntas artísticas que se se resolverán mediante la práctica artística. Practicaremos métodos y acercamientos performativos para tratar de buscar respuestas a dichas preguntas. Al final, evaluaremos los resultados y reflexionaremos sobre nuestra práctica.
Los requisitos para tomar parte del taller son tener algo de experiencia en el campo de la investigación artística o ser un artista en activo. Por otro lado, ya que el taller se plantea desde lo sonoro y musical, se valorará tener experiencia en dichas áreas. Para participar en este taller, cada persona deberá traer uno o varios artefactos sonoros (instrumentos, máquinas, objetos, etc) que tengan relación con su práctica artística.