Miércoles 28 de noviembre, 19:30.
En su segundo concierto, VANG se adentra en el mundo de las máquinas sonoras a través de la singular música de Pierre Bastien, uno de los músicos experimentales más destacados de los últimos años. Su trabajo, descrito como “una orquesta atemporal, futurista y dadaísta”, se basa en la construcción de esculturas sonoras combinada con la interpretación de instrumentos procedentes de diferentes culturas. Para esta ocasión, Pierre Bastien presentará Quiet Motors, una de sus piezas más recientes y que resume gran parte de su universo creativo.
AUTÓMATAS, ESCULTURAS SONORAS E INSTRUMENTOS MECÁNICOS.
Sustituir la limitada variedad de timbres que una orquesta procesa hoy por una infinita variedad de timbres que se encuentran en los ruidos, reproducidos con los mecanismos apropiados.
Luigi Russolo. L’arte dei rumori.
Entendemos por autómata, aquel artilugio que mediante un mecanismo realiza una serie de acciones a intervalos de tiempo determinados. La construcción de autómatas la encontramos desde sus orígenes en espacios multidisciplinares tales como la ingeniería, la astronomía o el espectáculo. La relación entre autómatas y generadores de sonido – relojes de cuco, cajas de música, órganos de manivela. etc – viene de tiempos lejanos, pero quizá sea la “Banda musical” de Al Jazarí (1136-1206) la primera manifestación que conocemos de instrumento musical autónomo. Gracias a una noria de agua que accionaba un mecanismos de levas, Al Jazarí consiguió que cuatro figuras abordo de un barco ejecutaran diferentes sonido a intervalos regulares siguiendo un patrón rítmico.
AL JAZARÍ – MUSICAL BOAT
Siglos más tarde, tras la Revolución Industrial del XVIII comienzan a proliferar la fabricación de nuevos instrumentos musicales que respondían a mecanismos “inhumanos”. El más conocido de ellos, y que mayor desarrollo tuvo, fue el piano mecánico o pianola: un instrumento en el que un rodillo movido por una manivela acciona los martillos del piano contra las cuerdas. Compositores del siglo XX como Conlon Nancarrow, George Antheil o Gyorgy Ligeti prestaron especial interés a las grandes posibilidades que ofrecía la pianola, tales como poder crear determinadas piezas musicales que un ser humano sería incapaz de interpretar debido a su elevada velocidad y/o complejidad.
CONLON NANCARROW – STUDY FOR PLAYER PIANO NO.37
Durante el siglo pasado, el afán de los compositores por explorar nuevas sonoridades así como la aparición del arte sonoro como disciplina artística dentro de las conocidas como artes visuales, condujo a numerosos creadores a desarrollar sus propios generadores sonoros o esculturas sonoras. Las máquinas de ruido Intonarumori creados por Luigi Russolo en 1913, las esculturas sonoras creadas a partir de los sesenta por Jean Tinguely o la interacción hombre-máquina propuesta por Mauricio Kagel en su obra de 1971-75 Dos hombres orquesta son muestra del afán de los creadores por investigar nuevos territorios sonoros así como definir nuevas relaciones entre intérprete e instrumento.
MAURICIO KAGEL – DOS HOMBRE ORQUESTA
PIERRE BASTIEN
El interés de Pierre Bastien (París, 1953-) por los instrumentos mecánicos surgió de forma anecdótica en el convulso París de 1968 a la temprana edad de 15 años. Mientras tocaba la guitarra ayudado de un metrónomo – a fin de seguir la velocidad adecuada de la interpretación – decidió prescindir del mismo tapándolo con dos bandejas. El repiqueteo normal del artilugio se convirtió en una suerte de orquesta doméstica. Esta fue la primera semilla de una larga carrera que le llevaría a actuar desde 1986 por todo el mundo acompañado de su orquesta MECANIUM, un peculiar conjunto de 80 máquinas fabricadas con piezas de Meccano que percuten tanto objetos cotidianos como instrumentos tradicionales: laúd chino, el bendir árabe, el saron de Indonesia o el koto japonés.
Los inventos sonoros de Pierre Bastien le han llevado a colaborar desde los años 90 con una gran variedad de artistas de diferentes disciplina artísticas como son Robert Wyatt, Jac Berrocal, Jaki Liebezeit, Pierrick Sorin, Lukas Simonis y Issey Miyake.
PIERRE BASTIEN – MÉCANOLOGIE
BILLIARDS Y PILLIARDS
Si bien, los juegos de adolescencia con su metrónomo supusieron la primera piedra de un largo camino creativo, Bastien dio el paso definitivo a la elaboración de un lenguaje propio tras el contacto con la literatura del escritor francés Raymond Roussel (1877-1933), en especial su novela de 1910 Impressions d’Afrique. Así lo afirmaba en una entrevista a The Guardian:
“Roussel era una especie de Julio Verne loco. En su novela describe una serie de inventos extraños capaces de hacer música. Entre ellos, hay una orquesta termodinámica en la que los sonidos cambian dependiendo del frío o el calor gracias a unos termómetros gigantes que contienen unos líquidos de colores. Esto fue de gran inspiración para mí para construir algo nuevo.”
Además de los instrumentos que menciona Bastien, existen grandes paralelismos entre ambos creadores a la hora de afrontar el hecho creativo. La forma en que Roussel trata las palabras y Bastien los objetos, les conduce a ambos a recontextualizar el significado de los mismos, o mejor dicho, a abandonar su significado original para convertirse en puro sonido.
Roussel describió su método de escritura de la siguiente forma «Elijo dos palabras similares. Por ejemplo “billiards” y “pilliards”. Luego añadía palabras similares en dos direcciones diferentes y obtenía dos frases casi idénticas. Halladas las dos frases, era cuestión de escribir un relato que pudiese empezar con la primera y acabar con la segunda. Ampliando el proceso, buscaba nuevas palabras que llevaran a la palabra “billiards”, siempre en una dirección diferente de la que se presentó al principio; esto generaba una creación diferente en cada proceso.
Al igual que, para Bastien los objetos dejan de cumplir una función utilitaria para convertirse en meros hacedores de sonido, Roussel nos demuestra que las palabras que emplea en su universo poético constituyen un conjunto de significantes – imágenes acústicas – despojados de significado y dirigidos al subconsciente del lector.
PIERRE BASTIEN – QUIET MOTORS
QUIET MOTORS: UN CONCIERTO DE ESCULTURAS SONORAS
Quiet Motors es una performance sonora compuesta por siete piezas que resume el mundo sonoro que Pierre Bastien ha habitado en los últimos años. Una combinación minuciosa de mecanismos a motor hechos con piezas de Meccano que ejecutan objetos cotidianos e instrumentos tradicionales – arpa africana kundi, trompeta preparada, violín de clavos – acompañados de loops de vídeo en directo. Pierre Bastien describe así Quiet Motors:
“Mis máquinas sonoras no se encuentran en tiendas de música. Las construyo yo minuciosamente en mi taller, con destornillador y soldador. No se esconden en cajas de acero pulido con marca japonesa. Al contrario, exhiben sus mecanismos desde el motor eléctrico que mueve las ruedas y los engranajes, hasta el gesto final que produce el sonido. A lo largo del concierto una cámara está filmando todo para una proyección en tiempo real y a gran escala de cada fuente de sonido, de cada actividad mecánica. Así, el oyente es también espectador y explorador: viaja entre los sonidos, descubre la música escuchándola y mirándola como si fuera paseando dentro de la composición.”