VANG #8 // 1+1=3

Concha Jerez + José Iges

Jueves 23 de mayo. (19:30)

La artista plástica Concha Jerez y el compositor y artista multimedia José Iges ofrecerán un evento unitario en el que podrán presenciarse dos de sus piezas más recientes: VIAJE A NINGUNA PARTE (2014) y CAMPOS DE INTERFERENCIA (2016). De estas dos creaciones y su amplia trayectoria artística hemos hablado en la entrevista que compartimos.

VANG: En 1+1=3 hacéis referencia a un tercer autor como la suma de ambos. ¿Cómo y en qué contexto comienza vuestra relación artística y la creación de este «tercer miembro»?

C.J/J.I: Nuestra relación artística se inicia en 1989, pero es en 1990 cuando comenzamos a firmar conjuntamente nuestros trabajos. No quiere decir que a partir de ese momento dejásemos de hacer obras en solitario. Nuestro trabajo a dúo respondía a un interés mutuo de complementación y experimentación en nuevos territorios artísticos.

Después de 30 años de creación colectiva ¿creéis que difiere en gran medida vuestra obra conjunta de la desarrollada de forma individual? ¿Cómo se relaciona una con la otra?

Desde luego que hay diferencias. Cada uno ha profundizado en su trayectoria individual sin perjuicio de elaborar trabajos conjuntos. Esa plataforma artística común nos ha permitido abordar modos de hacer que por separado quizá no nos habríamos permitido, y a la vez buscar y tal vez encontrar espacios y temas de entendimiento e interés mutuo.

1+1=3 lo vais a presentar dentro de un ciclo dedicado a las músicas de vanguardia ¿qué aspectos del empleo del sonido creéis que son importantes en vuestra obra?

Estamos acostumbrados a presentar trabajos propios en ciclos dedicados a la música actual, como fue ya el caso en varias ocasiones en el desaparecido Festival de Alicante. Normalmente nuestras propuestas comunes tienen más que ver con el llamado arte sonoro que con la música en sentido estricto, y aquí no será una excepción. El doble tratamiento del sonido como signo y a la vez por su estricta cualidad sensible nos acercaría a las prácticas artísticas radiofónicas tanto como a la música concreta. Y en muchas ocasiones ese sonido es un residuo procedente de la acción o la performance.

 

Viaje a ninguna parte, Concha Jerez y José Iges. Tabacalera

 

En VIAJE A NINGUNA PARTE desarrolláis vuestro discurso desde soportes tan diversos como son el video, lo sonoro, la acción o incluso los escombros y materiales en desuso del viejo edificio de Tabacalera en Madrid. La interrelación entre prácticas artísticas es hoy día una práctica común ¿podemos/debemos dejar de hablar de arte interdisciplinar para pasar a hablar de un arte no disciplinar donde incluso unos simples escombros pueden ser parte del proceso creativo?

Ya las primeras vanguardias artísticas, y tras ellas Cage, Duchamp, Fluxus, ZAJ y tantos/as otro/as creadores/as nos han dado permiso para dinamitar el discurso tradicional de las Bellas Artes. A propósito de ello, el filósofo francés Jacques Rancière señalaba que ese estatuto tradicional ponía «a cada uno en su lugar» mientras en las prácticas artísticas actuales «cada uno está en el lugar de los otros». Eso legitima y explica, más allá de la casualidad o el deseo, prácticas y actitudes creativas como las que se plasman en nuestras obras conjuntas.

 

Campos de interferencia, Concha Jerez y José Iges.

CAMPOS DE INTERFERENCIA es una performance intermedia que se caracteriza por un uso extenso de la palabra desde diferentes puntos de vista: la cuenta en castellano, inglés y alemán de periodos de tiempo de 4’33” – en clara referencia a J. Cage – interactúa con la lectura en castellano, italiano e inglés del párrafo final de Las Ciudades Invisibles, de Italo Calvino. Si entendemos la palabra como otro escombro de nuestro pasado en tanto que somos lenguaje y estamos definidos por él ¿cómo ha sido la relación con la palabra en vuestra obra?

Dada intentó la destrucción de un lenguaje que no había sido capaz de detener la Primera Guerra Mundial. Después de eso ha habido muchas otras guerras, en casi todas partes, y desde luego no siempre la razón y el diálogo han sido herramientas capaces de impedirlas o detenerlas. Nosotros sí creemos en el valor de la palabra como realidad vehiculadora de significados, pero también de expresividad sonora. Y por supuesto eso implica trabajar con ella también desde la letra y el fonema, desde el documento sonoro y la entrevista, así como el empleo de varios idiomas en la misma obra. Es decir: pretendemos hace correr en paralelo la capacidad comunicativa del lenguaje oral con su potencialidad expresiva.

Tanto VIAJE A NINGUNA PARTE como CAMPOS DE INTERFERENCIAS son obras relativamente recientes ¿percibís grandes cambios en vuestra forma de expresión a lo largo de estos 30 años?

Creo que con el tiempo nos hemos permitido una mirada integradora, pero también autocrítica, hacia nuestras obras anteriores. Eso nos permite afrontar nuevas obras con un cierto bagaje expresivo reconocible, mientras que a la vez nos permitimos volver sobre contenidos y materiales antiguos. Esa también ha sido una tendencia observable a veces en nuestra metodología artística individual de los últimos años, lo que no es obstáculo para abordar nuevos temas y contenidos.

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